
“Cómo tener un buen corazón”
Hace algún tiempo estando en una playa conocí a una mujer, que debía de tener unos 65 años, me impactó mucho no solo por su belleza muy fresca y alegre, sino porque se notaba que envejecía con alegría, sus arrugas se veía que eran huellas de la sonrisa natural que parecía siempre tenía en sus labios y su mirada trasmitía mucha paz y calidez.